"Esperamos contar cuanto antes con la valoración del especialista, ya que, al igual que los vecinos de la pedanía, desde el ayuntamiento queremos garantizar no sólo la seguridad de las personas, sino también la supervivencia de estos olmos, lo que establecerá el informe del técnico que determinará las medidas a adoptar", asegura la edil de Medio Ambiente, Silvia Verdú.
El estudio encargado desde la Concejalía de Medio Ambiente arrojará luz sobre el estado biológico y biomecánico de los árboles, concluyendo si hay solución para minimizar el riesgo y mejorar la vitalidad del árbol, para que pueda vivir más años y en mejores condiciones. Según Jesús Puerta, "las actuaciones que proponemos se basan, muchas veces, en realizar cambios en el sistema radicular, pues todo lo que ocurre en esta parte se refleja en la parte aérea, al igual que las podas o actuaciones inadecuadas".
Con el estudio se conocerá el estado del árbol y se podrá actuar para que estén más sanos y alargar su vida, además de aumentar la seguridad de las personas. Para el diagnóstico estudiarán el tronco, evaluando si su estructura soporta la parte aérea, así como la madera muerta y los cortes que ha sufrido, para comprobar si han entrado hongos que hayan deteriorado la madera. La evaluación determinará hasta qué punto está deteriorada esa madera y si es posible que el árbol colapse o no, porque si el árbol está muy deteriorado, en ocasiones, es necesario montar anclajes para que no se rompa, o bien, hacer podas especiales para evitar que colapse alguna rama.
Concluido el informe se establecerán las actuaciones que se deben llevar a cabo y que, en palabras de Puerta, podrían consistir en mejorar el terreno para evitar la compactación y aportar materia orgánica. Para el arbolista, es factible trabajar con el árbol a la entrada de Las Encebras, pues se trata de una zona no muy transitada y que, por el entorno en el que se encuentra, permite llevar a cabo actuaciones para mejorar su estado.
José Carlos Monzó, técnico del Área de Medio Ambiente, ha sido el encargado de poner en antecedentes al especialista sobre la situación de la zona, los árboles y los factores que han provocado que el árbol se deteriorara. En este sentido, Monzó explica: "debemos pensar que la raíz es proporcional a la copa, si la raíz empieza a perder porte, el árbol tiene que sacrificar copa. Además, en estos árboles, que tienen muchos años, las raíces que les aportan nutrientes y agua son las laterales que son hacía donde crecen y tienen una profundidad de 50cm a un metro, de ahí que les afecte tanto la compactación, ya que la raíz pivotante que es la más profunda deja de existir alrededor de los 20 años".
Según explica el técnico, el consistorio ya ha llevado a cabo actuaciones con anterioridad, tales como: recuperar el aporte de agua procedente de la fuente al árbol; evitar la compactación colocando pivotes de madera para que los coches aparcaran; descompactar el suelo con mucho cuidado para no afectar al sistema radicular y triturar las últimas podas para extenderlas en el suelo creando una zona de acolchamiento que evite la compactación del suelo y que, al mismo tiempo, mantenga la humedad.
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