Hoy es 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, y esta tarde ha tenido lugar una concurrida visita guiada al Cementerio Municipal de Pinoso, que por cuarto año consecutivo han organizado las concejalías de Cementerio, Participación Ciudadana y Cultura, por medio del Archivo Municipal, con el fin de poner en valor este lugar donde reposan los restos de nuestros antepasados y tantos recuerdos evocan a quienes acuden a honrar su memoria, sobre todo en estas fechas.
Tras unas palabras de bienvenida del edil de Participación Ciudadana, César Pérez, la archivera municipal, Clara Pérez, se ha encargado de guiar a los más de treinta visitantes en una visita ilustrada a nuestro camposanto, de más de dos horas de duración, que ha servido para rememorar momentos de la historia del recinto, desde sus orígenes en el año 1912 hasta la actualidad.
En esta ocasión todo el recorrido se ha desarrollado por el recinto más antiguo, comenzando por la sala de autopsias para después ir recorriendo las diferentes zonas, aunque la lluvia repentina ha ocasionado que por unos momentos hubiera que buscar refugio en el lugar de inicio de la visita.
Durante el recorrido, los visitantes han podido apreciar la distribución de los espacios, la evolución arquitectónica en tumbas y panteones, simbolismos y epitafios curiosos o de personajes ilustres, enterramientos singulares, o detalles significativos sobre la historia local.
La ruta ha vuelto a tener parada especial en la zona de catacumbas, donde comenzaron los primeros enterramientos del cementerio, o en la llamada zona noble, en la que se encuentran los panteones más grandes y artísticos.
En determinados puntos del recorrido se ha podido escuchar a los miembros de la Sociedad “Unión Lírica Pinosense” aportando la nota musical a la visita, como la interpretación de “El Cant dels Ocells” al violoncello al inicio del recorrido en la zona conocida como el Limbo, el toque de silencio a la trompeta junto al osario, o la marcha “Mater Mea” interpretada por varios miembros de la banda de música en el epicentro del cementerio antiguo, junto a los panteones más antiguos y señoriales. Música para romper, en cierto modo, el silencio que habitualmente reina en este recinto.
