En los últimos días, algunas zonas forestales del Monte “Cabezo de la Sal” de Pinoso está presenciando la existencia de bolsas de orugas procesionarias. Y es que, con la subida generalizada de las temperaturas, la oruga procesionaria prolifera en campos y parques, suponiendo un peligro tanto para los niños y niñas, así como para los animales de compañía.

La inhalación de los finos pelos de la oruga, donde oculta su veneno, puede producir desde urticarias hasta reacciones alérgicas. “Aunque pises o mates el gusano los pelos siguen estando en suspensión, con lo cual el problema no se solucionaría. Lo que debemos hacer es llamar a los servicios municipales, que somos quienes tenemos los medios para evitar esta situación”, explica el Técnico de Medio Ambiente de Pinoso, José Carlos Monzó.

Desde la Concejalía de Parques y Jardines de Pinoso, se trabaja, desde hace muchos años, para minimizar lo máximo posible la existencia de la plaga, “pero en función de las condiciones meteorológicas la aparición de estos gusanos varía” ha añadido Amanda Albert, personal del medio ambiente de Pinoso.

No obstante, se está trabajando para controlar su expansión y erradicar su existencia en todas las zonas urbanas, tanto del término municipal, así como en las pedanías, zonas que son competencia del Ayuntamiento de Pinoso. Conviene señalar que existen espacios forestales, cuya competencia corresponde a la Conselleria de Medio Ambiente, y por lo tanto “nuestra misión es trasladar el estado de la situación para que actúen de inmediato”, explica José Carlos Monzó.

El edil de Parques y Jardines, César Pérez, afirma que se está llevando a cabo el tratamiento en jardines, casco urbano de Pinoso y pedanías e insta a la población a que ante cualquier foco les informen a través del teléfono de incidencias del Ayuntamiento: 684 41 02 23, para poder actuar de forma rápida y efectiva.