Con el fin de evitar la proliferación de enfermedades en el arbolado del municipio, la Concejalía de Parques y Jardines está sometiendo a los ejemplares de palmeras y pinos del casco urbano a unos tratamientos preventivos específicos, para que no se vean atacadas por estas plagas dañinas.
El pasado lunes comenzaron a aplicarse en las palmeras tratamientos contra el picudo rojo, eliminando los restos afectados y procurando llegar al interior de las palmeras para localizar las larvas y aplicar plaguicidas y endoterapia, ya que el principal problema es que se trata de una plaga muy difícil de detectar.
Por otro lado, este miércoles comenzaban también los tratamientos en los pinos para evitar la procesionaria. Septiembre y octubre son los meses más adecuados para actuar contra una especie que no solo afecta a los pinos, ya que también causa molestias a la salud de las personas. Por eso estos tratamientos se realizan en otoño, ya que la eclosión de los huevos de la procesionaria se produce al final de verano y durante estos meses las larvas se van alimentando de las hojas más tiernas de los árboles.
Para el edil del área, César Pérez, este “es el momento idóneo para actuar, ya que no podemos esperar a que se manifiesten estas plagas, porque entonces puede ser demasiado tarde y más complicado de combatirlas. No queremos que afecten a ningún ejemplar de palmera o pino del municipio”.
