Luis Monzó, quien fuera el encargado de portar el estandarte de la Cofradía de la Virgen del Remedio durante años, ha tenido el honor de ser el encargado este año de sacar el luto a la Virgen.
El colofón final a la Semana de Pasión ha tenido lugar durante la mañana del Domingo de Resurrección, en el que multitud de vecinos se han concentrado en la Plaza de la Virgen del Remedio para exaltar la alegría y fervor en uno de los actos más esperados y espléndidos de la Semana Santa, el Encuentro.
El punto álgido, como cada año, tenía lugar cuando tras despojar del luto a la Virgen del Remedio, patrona de Pinoso, este año a manos de Luis Monzó, quien durante años ha portado el estandarte de la Cofradía de la Virgen del Remedio, las imágenes del Cristo Resucitado y la Virgen del Remedio se miraban de frente para llevar a cabo el Encuentro. Se trata este de uno de los momentos más esperados y multitudinarios, y han sido cientos los pinoseros que no han querido perderse este instante, en el que las lágrimas de emoción y alegría se mezclaban entre aplausos y gritos de “viva la Virgen del Remedio”, a los que se han sumado los acordes de la Banda de la Unión Lírica Pinosense, que ha interpretado el himno de España mientras varias palomas sobrevolaban la escena.
Previamente, las imágenes de la Santísima Virgen del Remedio y San Juan Apóstol y Evangelista hacían su salida desde el Templo Parroquial, acompañados por las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Virgen de la Soledad y Virgen de los Dolores, además de la Cofradía de la Virgen del Remedio, y a las que se sumaban las autoridades locales y cerraba la comitiva la Unión Lírica Pinosense.
Desde la Ermita de Santa Catalina, tras la misa de Cristo Resucitado, las imágenes del Santísimo Cristo Resucitado y San Pedro Apóstol emprendían su camino hacia el encuentro con la Virgen, junto a las hermandades del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y San Pedro.
Los cofrades hoy han dejado en casa el caperuz para desfilar con la cara descubierta y despedir con alegría la Semana Santa. A la llegada al Templo Parroquial se ha realizado la solemne celebración de la eucaristía con la participación del Coro Parroquial.
Como punto final, en la Plaza de España, los integrantes de las diferentes bandas de tambores y cornetas se han intercambiado sus capas en un gesto de hermandad para llevar a cabo la que se ha convertido en una tradicional y colorista concentración a la que acompañan el resto de cofrades para despedir la Semana de Pasión.
