Desde este mediodía, la emblemática Torre del Reloj ha dejado de marcar el paso de las horas en Pinoso y permanecerá parado el reloj por unos días, ya que está siendo sometida a una revisión de mantenimiento, centrada en el campanil.

Hasta nuevo aviso no escucharemos sus campanas, que se han detenido muy pocas veces desde que se inauguró la torre en 1900, y en todos los casos ha sido por labores de mantenimiento o rehabilitación del edificio.

Para el edil de Patrimonio, César Pérez, “nuestra torre es una gran joya que merece ser cuidada al detalle y por ello contamos con una empresa especializada en relojes históricos que se está encargando de realizar estos trabajos de conservación del campanil”.

El edil ha recordado que se ha solicitado una subvención a la Diputación para poder llevar a cabo la reparación de las cornisas de los tres cuerpos del edificio, que presentan también cierto deterioro.