Cuando se cumple el 60 aniversario de la apertura de la primera autoescuela en la localidad, el Ayuntamiento de Pinoso ha querido homenajear al sector con motivo del Día del Trabajador, dando continuidad a un acto que se celebra por segundo año consecutivo y que cada año se quiere dedicar a un sector diferente, como ha destacado la edil María José Moya.

La Casa de Don Pedro ha sido escenario de este evento, que ha congregado a Almudena, hija de Matilde Albert y su esposo José María Sanz, a Javier Poveda y María Dolores Domenech, actuales gerentes de Autoescuela Pinoso, familiares y algunas personas que pasaron por sus aulas, además de los ediles Neus Ochoa, José Ángel Pérez, César Pérez, Noelia Rico, Sandra Rico y Víctor Oliva, representantes de pedanias y miembros de asociaciones locales, pedáneos.

La más longeva es Autoescuela Pinoso, todavía en funcionamiento, mientras que Autoescuela Berenguer estuvo abierta desde 1984 a 1993.

El alcalde de Pinoso, Lázaro Azorín, ha destacado que “los ediles María José Moya y César Pérez trabajan para que no se pierda esa memoria histórica de Pinoso” y ha recordado que hace un año se iniciaron estos homenajes con el dedicado a la mujer empresaria o a las empresas de calzado, pero aprovechando el 1 de mayo se decidió hacerlo también a empresas locales que han destacado en la historia local.

“Queremos generar un archivo audiovisual para que las futuras generaciones puedan conocer esa historia. Esos vídeos se están gestando antes que perdamos a las personas que transmiten conocimiento y vivencias que merece la pena conservar. El año pasado recordamos la trayectoria de Los Cápitos y Arístides, descubriendo datos de esas empresas que desconocíamos, y este año hemos creído idóneo dedicar este homenaje a las autoescuelas que ha habido en Pinoso”, ha comentado el primer edil.

Durante el acto se ha visionado un reportaje, elaborado por los Medios de Comunicación Municipales, donde se han podido recordar los inicios de escuelas de conducción en Pinoso, incluyendo algunas anécdotas sucedidas en el aula o en las prácticas o exámenes de conducción en Pinoso.

Se calcula que más de 8.000 personas han obtenido el mencionado permiso de conducir gracias a ambas autoescuelas hasta nuestros días, destacando que el primer registro de alumnado es del año 1973, en concreto en noviembre.

Las dos primeras personas de Pinoso que aparecen en el registro son Miguel Brotons y Antonio Pérez, de diciembre de 1973. Las dos primeras mujeres son Consuelo Albert Quiles y Consuelo Pérez Albert (Consuelito la de las pastas), en noviembre de 1973.

El alcalde ha agradecido a Almudena, María Dolores y Javier su colaboración para poder elaborar este reportaje, localizando datos y aportando fotografías para crear un documento que recoge el recorrido de las autoescuelas, los lugares donde han estado ubicadas y otros detalles curiosos.

Javier Poveda ha recordado que su relación con María Dolores Domenech le permitió entrar a trabajar en la oficina de la autoescuela y “tras el fatal accidente en el que falleció José María dimos el paso de prepararnos para poder asumir la gerencia de la autoescuela, con la aprobación de Matilde, y ahí seguimos dedicándonos a este oficio, creciendo con el paso de los años”.

Para María Dolores, hay mucho de psicología cuando intentas que la gente no se desanime y recuerda épocas en las que había quien no sabía leer o escribir. “Aunque les costara un poquito era gratificante ver que conseguían aprobar y salir adelante, y en muchos casos esa labor acaba generando fuertes vínculos con esas personas”. Además, actualmente hay tantas mujeres como hombres que acuden a sacarse el carnet, porque tenerlo les da mucha libertad”.

Almudena vivió su niñez y juventud en ese ambiente, ya reconoce que “yo me pasaba el día en la autoescuela, aunque son más los recuerdos que tengo con Javier y María Dolores que con mis padres”, aunque sí que ha mencionado que solía ir por las noches a guardar algún coche con su padre conduciendo”.

El alcalde ha dado las gracias a las autoescuelas pinoseras por los kilómetros que habéis hecho para que nosotros hiciéramos los nuestros, por ello merecíais este homenaje.