- También se ha modificado la Ordenanza de Convivencia Ciudadana
El Ayuntamiento de Pinoso ha decidido endurecer las obligaciones que recoge la ordenanza municipal que regula la tenencia y protección de animales, con el fin de que mitiguen los orines en la calle, tal y como se recoge en la modificación aprobada en pleno esta mañana, por la que se amplían y especifican las obligaciones de los propietarios de animales domésticos cuando se encuentren en espacios públicos.
El artículo en cuestión es el nº 35 de dicha ordenanza, al que se añade un apartado con el siguiente texto:
“La persona que conduzca al perro o gato queda obligada a la recogida de las defecaciones del mismo y su posterior desecho en las papeleras especiales para los excrementos caninos o en cualquier otro contenedor cercano. Además, por salubridad, para evitar daños en el mobiliario urbano, y molestias a negocios y vecinos en general, deberá ir provista de un recipiente con agua (preferentemente con vinagre o jabón) para diluir la orina que el animal haya depositado”.
El cuerpo legal de la ordenanza, tras la modificación aprobada hoy por unanimidad, se publicará en el Boletín Oficial de la Provincia.
Para César Pérez, edil de Seguridad Ciudadana, la adopción de estas medidas está destinada a promover un mayor compromiso de la ciudadanía con el cumplimiento de las normas vigentes. Además, recoge y da respuesta a las quejas vecinales sobre esta materia.
Según ha explicado el alcalde de Pinoso, Lázaro Azorín, el Equipo de Gobierno está estudiando la creación de un espacio para las mascotas, al lado del futuro ecoparque. Además ha apelado a la responsabilidad ciudadana para que los dueños de los animales cumplan con la normativa.
Ello ha llevado también a modificar la Ordenanza de Convivencia Ciudadana en el espacio público, ampliando también el contenido de su artículo nº 18 (apartado h), que recoge la prohibición de las defecaciones de los animales en el espacio público.
La modificación del Artículo 18h de la Ordenanza de Convivencia Ciudadana añadirá en un punto y seguido el texto:
“La persona que conduzca al perro o gato queda obligada a la recogida de las defecaciones del mismo y su posterior desecho en las papeleras especiales para los excrementos caninos o en cualquier otro contenedor cercano. Además, por salubridad, para evitar daños en el mobiliario urbano, y molestias a negocios y vecinos en general, deberá ir provista de un recipiente con agua (preferentemente con vinagre o jabón) para diluir la orina que el animal haya depositado”.
Esta modificación también se publicará en el Boletín Oficial de la Provincia.